Monumento epigráfico rupestre (1753) - Riofrío
Según la tradición oral este monumento epigráfico rupestre se levantó para rememorar la muerte de un joven que, acompañando a su padre, murió en ese lugar al volcar el carro que ambos conducían. No obstante, las circunstancias debieron ser radicalmente distintas, ya que, si nos ceñimos a la trascripción epigráfica, debió de tratarse de un fratricidio, cuya causa no se explica.
El matrimonio Zazo-Sáez lo rememora, haciendo constancia de ello en estos términos: “Esta cruz puso Francisco Zazo y Petrona Sáez, su mujer, por haber muerto a su hija su amantísimo Andrés Zazo, su hijo. Año de 1753”. El monumento se completaba con una cruz de piedra, situada en lo alto de la roca (la actual es una reposición).
“ESTA (CRUZ) PUSO Frco. ZAZO
Y PETRONA SAEZ SU
MUGER POR HABER MUERTO A
SU HIJA SU AMT y ANDRÉS
ZAZO SU HIJO,
AÑO DE 1753"
Los cantos penitenciales van acompañados por una cruz. Inscritos en la roca, suelen hacer alusión a gestas legendarias en las que perdieron la vida una o más personas, homicidios, accidentes, etc. o simplemente son una exaltación de devoción hacia Cristo, u otra persona venerable. Pueden narrar el hecho que conmemoran de manera detallada, con multitud de detalles acerca del hecho que originó la inscripción, su fecha,…, o bien de manera escueta hacer referencia al suceso acaecido y su fecha.