Iglesia de San Cornelio y Cipriano Mártires - Niharra
- Etiquetas: Iglesia de San Cornelio y Cipriano Mártires Patrimonio Cultural Mancomunidad Valle Amblés Ávila
Construida en sillarejos y sillería, es un templo litúrgicamente orientado, de cabecera única que se corresponde con una nave, y accesos al mediodía y al poniente, con espadaña a los pies.
La cabecera rectangular se cubre con armadura de gran artesón atirantada, de jaldetas y con piquillos de dientes de sierra pintados en la tablazón. Tiene adosados a sus costados un trastero, con entrada por el exterior, y la sacristía, en cuya ventana se inscribe la fecha “1706”. Por un buen arco de sillería, doblado y sobre columnas, enlaza con la nave, cubierta igualmente con armadura de par y nudillo, y adornada con estrellas de 8 puntos en el almizate, motivos pintados de estilizaciones vegetales entre ellas y dientes de sierra en la tablazón de los faldones.
A los pies se levanta el coro, y tras él el grueso muro de la espadaña hecho en buena sillería y rematado en dos vanos, y otro superpuesto en ladrillo con balconcillo posterior de acceso de sólida fábrica sobre mensulones; remata en frontón curvo.
La puerta de Poniente ha sido convertida en ventana, y el acceso se hace únicamente por la del mediodía, en arco de medio punto y precedida de un pórtico sobre columnas de capitel liso, que ocupa el espacio entre la sacristía y la capilla bautismal, adosada a la nave.
La capilla bautismal es un espacio rectangular con entrada adintelada de fuertes jambas de piedra, adornadas con flores de cuatro pétalos, que rematan en otra más pequeña a la altura del dintel y por la cara del intradós. Parece tratarse del aprovechamiento de un pretil del presbiterio del siglo XX, pues en el exterior de su ventana se lee la fecha de “1914”.
Construida en el S.XVI, en el XVIII sufrió una reforma en la sacristía (1709), incorporando motivos decorativos característicos del momento.
En el interior, el retablo mayor fue un importante conjunto de pinturas, plateresco (S.XVI) a juzgar por los restos que quedan de él, pero que actualmente está muy dañado. Debió tener tres calles y dos entrecalles, tres cuerpos o dos más ático, y el esquema que configuraba esta cuadrícula era de columnillas abalaustradas, y entablamentos llenos de menudas figurillas en posiciones diversas. Se guardan otros restos pertenecientes al retablo, representando escenas de caballos y grifos tirando de carros, figurando una inscripción de mala letra “Dorose setos/ retablo y cas/carón y se pu/sieron los/ … siendo/ … Sr, Sn./ … Gonzalez/ año de 1769”. Según esta, el dorado se hizo dos siglos después de su talla y ensamblado.